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Empresas

9 formas de mejorar la productividad en la empresa

José Trecet - Thu Jan 27 16:51:25 CET 2022
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Aumentar la productividad es posible con la implementación de distintas medidas que generen un impacto positivo en el capital humano.

Mejorar la productividad tiene una serie de efectos positivos para una empresa. Se optimizan mejor los recursos, se reducen los costes operacionales, se produce un impacto positivo en la rentabilidad y se incrementa la competitividad operativa de la compañía. Sin embargo, en España, el tamaño de la mayoría de las empresas es muy pequeño, lo que lastra las opciones de incrementar su productividad en el corto plazo.

De hecho, según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la productividad por hora trabajada en España tiene un valor de 58,1 dólares, casi un punto por encima de la media de la Unión Europea (UE), pero muy por debajo de las grandes economías del continente, como el Reino Unido (64,3 dólares), Alemania (74,2 dólares) o Francia (77,2 dólares).

Aunque el tamaño de la empresa influye, existen fórmulas para mejorar la productividad:

1. Formar a los empleados

Mantener a los trabajadores comprometidos y fidelizados con la empresa hace que sean más eficientes. Para lograrlo, conviene destinar mayores recursos para su formación, de modo que se incremente su motivación y su capacitación. Esta capacitación puede ser técnica, de actualización de conocimientos, o ir más allá para desarrollar las llamadas soft skills, como la comunicación o el trabajo en equipo.

Así, los empleados estarán más identificados con la empresa y tendrán la sensación de mejorar profesionalmente. De hecho, según un informe realizado por Qualtrics, los tres elementos principales que llevan a los trabajadores a no cambiar de compañía son, por este orden, tener unas expectativas claras sobre su desarrollo profesional en la empresa, contar con un bienestar físico y emocional en el entorno laboral y que la entidad lleve a cabo políticas internas que sean transparentes.

2. Invertir en tecnología

La inversión en tecnología permite sistematizar procesos de trabajo, principalmente de carácter administrativo. De hecho, se automatizan ciertas tareas y se reduce la carga de trabajo de los equipos, que pueden dedicar más tiempo a acciones que generan un mayor valor añadido.

Entre los cambios más habituales para mejorar la capacidad tecnológica de una empresa están el apostar por el cloud computing y trasladar los archivos a la Nube, modificar el sistema operativo de los equipos o introducir el ​​customer relationship management (CRM) y el enterprise resource planning (ERP) en las labores de gestión. A través de la tecnología, una compañía no solo será más rápida en sus tiempos de ejecución sino también más productiva.

3. Trabajar en tramos de no más de 90 minutos

Según un estudio de la Universidad de Florida, las personas más productivas trabajan en intervalos de 90 minutos y durante no más de 4,5 horas al día. Es posible trasladar este método a la empresa y establecer descansos programados. Se puede implantar la técnica Pomodoro, que divide el tiempo en franjas de 25 minutos con pequeños descansos entre cada tramo. Actualmente, existen apps que contribuyen a administrar mejor el tiempo y poner en práctica cualquiera de estos dos métodos como Focus Keeper, Tomato Timers o Focus Booster.

4. Mejorar la comunicación interna

La productividad de una empresa está íntimamente ligada a la motivación de sus empleados pero, también, a la eficiencia de la comunicación interna. Según los datos de Staffbase, una comunicación interna eficaz aumenta un 36% el rendimiento en la empresa y un 40% la satisfacción de los clientes.

Tener en cuenta la opinión del equipo y facilitarle canales efectivos de comunicación con los directivos son elementos clave para incrementar el grado de compromiso y de fidelidad de la plantilla. Herramientas como Slack o Twist han ganado protagonismo tras la situación derivada de la pandemia y el aumento del teletrabajo, ya que ayudan a solventar los problemas de comunicación interna y a tener a todos los trabajadores conectados.

5. Apostar por desarrollar el trabajo en equipo

El trabajo en equipo favorece la motivación, estimula la creatividad e incrementa el sentimiento de pertenencia a una organización. Además, facilita el cumplimiento de los objetivos y potencia las habilidades sociales de los empleados.

Según la Universidad Icesi de Colombia, trabajar en equipo aumenta un 40% la productividad dentro de la empresa. Para lograrlo, es posible apoyarse en apps como Trello o Basecamp, que sirven para organizar los procesos y los flujos de trabajo.

6. Limitar las reuniones

Las reuniones suponen el 15% de la jornada laboral y pocas veces son todo lo productivas que deberían. Tal y como señala Alejandro Montealegre, director de MRC International People Training, en el webinar ‘Comunicación efectiva: confianza e influencia, organizado a través de HUB Empresa de Banco Sabadell, es clave definir el objetivo de la sesión antes de empezar, así como preparar un guion y adjuntarlo a la convocatoria con los puntos que se van a tratar. Además, este experto recuerda que “el tiempo máximo que dura la atención de los participantes es de 20 minutos”.

Entre los problemas más habituales en las reuniones a distancia están los errores técnicos o el tiempo que tardan los asistentes en conectarse. En cambio, en las reuniones físicas, el error más repetido es no llevar debidamente preparado el encuentro.

Además, es recomendable limitar el tiempo de las reuniones a un máximo de 40 minutos para cuestiones importantes y a 15 minutos para las actualizaciones de estado de los proyectos.

7. Mayor flexibilidad laboral

Cada vez más los empleados valoran la flexibilidad en sus modelos de trabajo. Un experimento en Suecia demostró que los trabajadores son igual o más productivos en jornadas de seis horas y lo mismo sucede al reducir a cuatro los días laborales de la semana. De hecho, según un informe de la consultora Omdia, el crecimiento del teletrabajo ha supuesto un incremento de la productividad para el 68% de las compañías que han apostado por este modelo.

En este sentido, desde recursos humanos es fundamental tener en cuenta que la implantación de modelos híbridos de trabajo facilita la conciliación de los empleados mientras se fomenta una sinergia positiva del contacto diario entre los equipos.

8. Otorgar más autonomía a los empleados

Las personas trabajan mejor cuando tienen autonomía y saben cuáles son sus objetivos. Una buena fórmula para mejorar la productividad es aprovechar el efecto Pigmalión: establecer metas para los empleados y después darles autonomía para alcanzarlas. Este efecto hace referencia a la capacidad de influir en el rendimiento de otra persona según la creencia que se tenga en ella. Por ejemplo, un empleado al que siempre se le alaba y se le dice lo bien que hace su trabajo es más fácil que termine teniendo un mejor desempeño.

9. Trabajar felices

Un empleado motivado e identificado con la empresa siempre rinde más. Según Shawn Achor, las compañías con trabajadores felices son un 31% más productivas y sus ventas crecen un 37%. Además, un estudio de Gallup destaca que en las organizaciones con empleados felices la rotación laboral es un 51% menor y la retención de talento un 44% mayor.

Una de las vías para mantener e incrementar esta motivación es a través de la retribución flexible, un sistema que permite ofrecer a toda o parte de la plantilla la opción de decidir cómo quiere cobrar su sueldo. Así, los empleados pueden obtener una parte en efectivo y otra a través de productos o de servicios que contratan gracias a la empresa, como, por ejemplo, un plan de jubilación colectivo, tarjetas de transporte, cheques restaurante o de guardería, seguros de salud privados o programas de formación. Desde el punto de vista fiscal, el trabajador incrementa su poder adquisitivo sin incurrir en costes para la empresa. Además, los empleados sienten que la compañía se preocupa por sus necesidades y bienestar, lo que aumenta la fidelización y la captación de talento.

Para implementar la retribución flexible en una empresa, independientemente del tamaño o del sector, esta puede optar por soluciones digitales, como Sabadell Flex Empresa, que facilita a las organizaciones ofrecer planes de retribución flexible.

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Fotografía de Fauxels de Pexels

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Empresas   - 28/01/2025

Presupuesto: qué es, cómo hacerlo y ejemplo práctico Banco Sabadell, Publicidad

Un presupuesto es una herramienta esencial para que una empresa pueda gestionar mejor sus recursos y, de este modo, cumplir sus objetivos. Además, es posible que permita anticipar posibles necesidades que vaya a tener la compañía, reduciendo así posibles riesgos. A continuación, explicamos en qué consiste un presupuesto empresarial y cómo elaborarlo según las necesidades de cada negocio.

¿Qué es un presupuesto y por qué es importante?

La gestión contable de una compañía es una de las tareas más importantes ya que permite llevar a cabo una planificación financiera que esté alineada con los objetivos estratégicos que se hayan fijado. Entre las diferentes herramientas de gestión y planificación financiera que existen, una de las más relevantes es el presupuesto empresarial

Un presupuesto es uno de los pilares fundamentales de la contabilidad empresarial y permite establecer proyecciones de crecimiento para una empresa, cuantificar y evaluar sus recursos y fijar las prioridades de cara a garantizar una adecuada rentabilidad económica para el medio y el largo plazo. 

Entre los principales elementos que contiene un presupuesto se encuentran: 

  • Una estimación de los ingresos de la empresa.
  • Una previsión de los gastos así como el coste de potenciales imprevistos y otros riesgos financieros.
  • Objetivos de beneficio y de ahorro.
  • Indicadores clave, como el retorno sobre la inversión (ROI) o el punto de equilibrio, que es aquel en el que los ingresos y los gastos se equiparan.

Entre los principales objetivos de un presupuesto empresarial, destacan:

  • Estimar los recursos de los que dispone así como la necesidad que hay de cubrir otros.
  • Garantizar un mejor control de los gastos.
  • Identificar las necesidades de financiación y de inversión de la compañía.
  • Reducir la incertidumbre y el riesgo inherentes a la actividad empresarial.
  • Medir la eficiencia y operatividad de cada departamento de la organización a través de ratios financieros.
  • Favorecer una mejor adaptación de la compañía a los cambios en el mercado y a la llegada de potenciales imprevistos.

Cómo hacer un presupuesto paso a paso

Un presupuesto empresarial debe basarse en un trabajo previo de análisis financiero de la compañía. En este análisis hay que evaluar el histórico de los resultados financieros anteriores de la entidad, analizar la situación de otros competidores en su mercado de referencia y tener en cuenta los principales factores macroeconómicos que pueden tener una incidencia en la empresa.

Con toda esta información, es posible construir un presupuesto siguiendo estos pasos:

  • Programa de cálculo. Hay que escoger un programa o una app de contabilidad para volcar los datos. Tradicionalmente, se ha solido utilizar el Microsoft Excel, aunque existen distintas alternativas en la actualidad que se pueden considerar.
  • Crear una tabla. El primer paso para elaborar el presupuesto es fijar en una tabla diferentes apartados, como los costes, los ingresos y una columna resumen. Dentro de cada uno de ellos hay que, a su vez, establecer tres subapartados, en el que se refleje la cantidad estimada, la real y la diferencia entre ambas:
    • Costes. Son todas las salidas de recursos económicos de la empresa. Es importante establecer distintos grupos dentro de los costes. Los más habituales son los costes operativos (relacionados directamente con la producción y la venta de los bienes y servicios de la empresa, como la luz, el alquiler de la oficina o los envíos), las nóminas, y otros costes, no directamente relacionados con la actividad de la empresa, como los gastos de alimentación o las fotocopias.
    • Ingresos. En los ingresos operativos se detallan todos aquellos relacionados con la venta de los productos o servicios de la empresa; en los ingresos no operativos se sitúan los no relacionados con la venta de estos bienes, como las inversiones financieras o el dinero que se ingresa en la cuenta bancaria para empresas por cualquier rentabilidad obtenida.
  • Añadir la información y comparar resultados. Sobre los ingresos y los costes hay que incorporar los datos estimados y los datos reales:
    • Datos estimados. Una vez preparada la tabla hay que rellenar en primer lugar los ingresos y los costes que se estima que puede haber. Todos los ingresos tendrán una suma determinada al igual que los costes. Finalmente, hay que restar los costes estimados a los ingresos estimados. De este modo, se podrá conocer la ganancia bruta estimada para la compañía.
    • Datos reales. A lo largo del periodo analizado habrá que ir rellenando los datos reales que se vayan obteniendo, tanto en los ingresos como en los gastos. Al final del periodo, se tendrán que sumar los costes reales y los ingresos reales. A continuación, habrá que restar los ingresos reales de los costes reales para obtener la ganancia neta.
    • Resultado. En la columna de resumen, habrá que restar entre el resultado real y el planeado para conocer el grado de verosimilitud de los costes e ingresos planeados con respecto al resultado real final. 
  • Recomendaciones y conclusiones. El director financiero debe incluir un apartado final con las principales recomendaciones tras comparar los resultados estimados y reales obtenidos. Estas sugerencias deberán ser valoradas por los responsables de la empresa de cara a mejorar la eficiencia en futuros presupuestos.

Ejemplo práctico de un presupuesto empresarial

Una empresa tiene los siguientes costes estimados o planeados:

Costes operativos: 10.000 €

Sueldos: 4.500 €

Otros costes: 1.000 €

Total de costes estimados: 15.500 €

En cuanto a sus ingresos estimados son:

Ingresos operativos: 15.500 €

Ingresos no operativos: 4.800 €

Total de ingresos estimados: 20.300 €

Su ganancia bruta fue de 4.800 €.

Finalmente, sus costes reales fueron:

Costes operativos: 12.000 €

Sueldos: 5.000 €

Otros costes: 1.500 €

Total de costes reales: 18.500 €

Por su parte, los ingresos reales fueron:

Ingresos operativos: 16.000 €

Ingresos no operativos: 4.000 €

Total de ingresos estimados: 20.000 €

Su ganancia neta fue de 1.500 €.

Esto quiere decir que hubo una desviación de 3.300 € entre la ganancia bruta estimada de la ganancia real. De este modo, habrá que redistribuir ciertos recursos en la empresa para conseguir que, en próximos presupuestos, se reduzca esta desviación. Es decir, habrá que analizar en qué fases de la producción o en qué departamentos será adecuado implementar cambios en la dotación de recursos para alcanzar el resultado financiero deseado.

Consejos para optimizar tu presupuesto

Existen una serie de recomendaciones para optimizar el máximo posible un presupuesto empresarial, como son:

  • Enfocarse en los resultados. Tener en cuenta los objetivos estratégicos de la organización a la hora de realizar un presupuesto permite evaluar con mayor realismo los recursos que existen.
  • Compromiso y colaboración. Es fundamental que, en la elaboración de un presupuesto, el director financiero involucre al resto de personas y equipos de la compañía. De este modo, las conclusiones serán más realistas y se podrán tomar decisiones que tengan un mayor impacto positivo.
  • Análisis segmentados. Siempre que resulte posible, es importante evaluar los gastos por cada área o departamento de la empresa. De esta manera, será posible realizar una mejor redistribución de los recursos para lograr una mayor eficiencia operativa.
  • Apoyarse en un cronograma. Planificar la elaboración de un presupuesto permite organizar su toma en consideración para el conjunto de áreas de la organización y permitirá que todos reciban la información sobre sus conclusiones al mismo tiempo.

Un presupuesto, tanto orientado a una empresa como a una familia, favorece una mejor gestión de los gastos diarios y es una herramienta clave para optimizar la gestión financiera. Recuerda que en Banco Sabadell puedes acceder a una amplia gama de servicios para empresas y autónomos

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Tu hogar, tu coche y tus seguros   - 27/01/2025

Las ciudades más caras y más baratas para comprar una casa Banco Sabadell, Publicidad

Entre los factores más relevantes a la hora de decidir qué casa comprar se encuentran el precio y la localización. Por lo general, vivir en grandes ciudades bien comunicadas implica un coste del metro cuadrado (m2) mayor. Tener en cuenta estos dos elementos es clave para saber cuánto dinero se debe tener ahorrado así cómo qué hipoteca solicitar para financiar la compra. A continuación, explicamos cuáles son las ciudades más caras y, también, las más baratas para comprar una casa en España.

Cuáles son las ciudades más caras y más baratas para comprar una vivienda

En los últimos años, el incremento de la demanda de viviendas en España ha sido superior a la oferta, lo que ha provocado que, en muchas ciudades, el precio se haya disparado. De acuerdo al portal Idealista, el precio del m2 cerró 2024 en 2.271 euros, marcando un nuevo techo histórico. Todas las capitales de provincia incrementaron el precio de sus viviendas salvo en el caso de Huesca, en donde cayó un 0,4%. Valencia fue la localidad que encabezó la subida de precios, tras encarecerse un 24% en 2024, seguida de Málaga (21,5%), Madrid (20,2%) y Alicante (18,2%). 

Mediante una simulación de la hipoteca es posible saber, de manera aproximada, cuánto se puede llegar a pagar en las cuotas mensuales del préstamo hipotecario en función del precio y la localización del inmueble. 

Las ciudades más caras para adquirir una vivienda

A comienzos de 2025, las cinco ciudades más caras para comprar una vivienda en España son:

  • San Sebastián - 5.681 euros/m2.
  • Madrid - 4.952 euros/m2.
  • Barcelona - 4.700 euros/m2.
  • Palma de Mallorca - 4.442 euros/m2.
  • Bilbao - 3.491 euros/m2. 

Las provincias más caras para comprar una casa son Islas Baleares, con 4.707 euros/m2, seguida por Madrid (3.771 euros/m2) y Guipúzcoa (3.746 euros/m2). Por comunidades autónomas, la más cara es Islas Baleares (4.707 euros/m2), seguida de Comunidad de Madrid (3.771 euros/m2) y País Vasco (3.076 euros/m2). 

Las ciudades más baratas para adquirir una vivienda

En cuanto a las ciudades más baratas para comprar una casa en España, las principales son:

  • Zamora - 1.056 euros/m2.
  • Ciudad Real - 1.078 euros/m2.
  • Jaén - 1.119 euros/m2.
  • Palencia - 1.172 euros/m2.
  • Castellón - 1.211 euros/m2.

Por provincias, la más económica para adquirir una vivienda es Ciudad Real (751 euros/m2), seguida por Jaén (844 euros/m2) y Cuenca (846 euros/m2). En cuanto a comunidades autónomas, Castilla-La Mancha (957 euros/m2), Extremadura (986 euros/m2) y Castilla y León (1.286 euros/m2) son las que ofrecen precios más baratos para adquirir una vivienda.

Gastos de comprar una vivienda según la comunidad autónoma

El coste total de adquirir una vivienda incluye tanto el precio de compraventa como los gastos asociados al proceso y los gastos de la hipoteca, que pueden suponer entre un 10% y un 15% del precio. En función de la localización, hay que tener presente que hay determinados gastos que varían, como es el caso de los impuestos. Según el tipo de vivienda y la comunidad autónoma donde se encuentra, el tipo impositivo que se aplica varía. Por ejemplo, a la hora de comprar una vivienda de obra nueva, se aplica el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que es del 10% en todo el territorio nacional salvo en Canarias, donde se aplica un tipo del 6,5% correspondiente al Impuesto General Indirecto Canario (IGIC).

Además, antes de decantarse por una vivienda u otra, hay que tener presente que los bancos suelen conceder hipotecas con una cuantía de hasta el 80% del precio de compraventa del inmueble o del valor de la tasación (el que sea menor). Esto quiere decir que es necesario tener ahorrado alrededor de un 20% antes de solicitar el préstamo, más en torno al 15% mencionado anteriormente para los gastos. 

Habitualmente, los expertos recomiendan que el porcentaje de endeudamiento del hogar no supere el 30% de los ingresos mensuales. Esto significa que en una familia en la que los cónyuges ganan conjuntamente al mes 4.000 euros, la cuota hipotecaria que deberán abonar no debe exceder de los 1.200 euros.

Por ello, contar con el asesoramiento profesional de un experto de confianza como el de la entidad bancaria resultará clave ya que podrá aconsejar a la hora de comprar una vivienda según la situación económica particular y responder cualquier duda que surja a lo largo del proceso.

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Tu hogar, tu coche y tus seguros   - 24/01/2025

Las 15 mejores zonas para vivir en Madrid en 2025: guía completa Banco Sabadell, Publicidad

La Comunidad de Madrid es una de las mejores regiones para vivir en España, gracias a su elevada calidad de vida y de servicios, a su oferta cultural y gastronómica y a su amplia variedad de parajes. A continuación, vamos a analizar las mejores zonas para vivir en Madrid.

Mejores zonas para vivir en el centro de Madrid

Es habitual decir de Madrid que es una ciudad abierta a todos y que nunca duerme ya que siempre tiene algo que ofrecer tanto a sus ciudadanos como a aquellos que la visitan. Entre los mejores distritos para vivir en Madrid, es posible destacar:

Salamanca.

Es, probablemente, el distrito premium de Madrid, gracias a sus edificios señoriales y a su abanico de tiendas de lujo. Dentro de él es posible encontrar calles tan conocidas como Goya o La Castellana, así como la prestigiosa ‘Milla de oro’, una de las zonas comerciales con mayor glamour del planeta. 

Chamberí.

La mezcla entre calles tranquilas y residenciales junto a importantes zonas verdes dan a este distrito un espíritu bohemio que es posible disfrutar en algunas de sus calles más conocidas, como Ríos Rosas, Almagro o Gaztambide.

Retiro.

Es uno de los distritos más céntricos de Madrid y el pulmón de la ciudad gracias al parque que le da nombre. Además de sus importantes infraestructuras que le comunican con el resto de la capital, destaca por sus conjuntos arquitectónicos, escultóricos y paisajísticos, como el Palacio de Cristal, la Puerta de Felipe IV o el Real Observatorio Astronómico. 

Malasaña.

Tradicionalmente, ha sido un lugar de encuentro para los artistas que visitaban la ciudad, hasta el punto de que hace unos años se le conocía como el Barrio de las Maravillas. Hoy, entornos como Chueca o la Plaza del Dos de Mayo son un emblema para disfrutar entre amigos, llenos de bares, restaurantes y discotecas que hacen de este distrito uno de los más bulliciosos de la ciudad. 

La Latina.

Es uno de los distritos más dinámicos de la ciudad. Su constante abanico de ofertas culturales y sus conocidos mercados hacen las delicias de turistas y residentes. La Cava Baja y la Cava Alta o la Plaza de la Paja son algunos de sus rincones más conocidos.

Mejores zonas para vivir a las afueras de Madrid

Vivir a las afueras de Madrid puede ofrecer importantes ventajas a sus residentes, como mayor tranquilidad que el habitual bullicio de la capital, buena conectividad con el resto de municipios de la región y, en general, una elevada calidad de vida. Estas son algunos de los municipios más destacados de la región para vivir:

Pozuelo de Alarcón.

Es una de las ciudades que ofrece una oferta educativa más exclusiva en España, tanto en la enseñanza secundaria como en la universitaria. Dispone de una red de infraestructuras, tanto por carretera como ferroviaria, de primer nivel así como una amplia variedad de espacios naturales. Y, todo ello, a apenas unos minutos en coche de Madrid.

Majadahonda.

Posee una de las mejores ofertas en centros de salud de España así como un importante equilibrio entre espacios naturales y centros comerciales. Barrios como El Plantío y El Carralero han logrado atraer en los últimos años a muchas familias que buscan un ambiente tranquilo, seguro y con todas las comodidades necesarias para criar a sus hijos.

Las Rozas.

A pesar de ser una ciudad tranquila, en los últimos años se ha convertido en un epicentro de los negocios al lograr atraer a empresas de todo el mundo, que han decidido establecer su sede debido a su seguridad y a su importante diversidad de servicios. El municipio destaca por ser uno de los que mayor número de parques infantiles posee de toda España, lo que ha propiciado que sea una de las ciudades de la comunidad con mayor número de hijos por familia.

Boadilla del Monte.

Combina un centro urbano histórico y pintoresco con nuevas zonas residenciales y urbanizaciones de lujo que no dejan de crecer, como Las Lomas o Viñas Viejas. Cuenta con entornos naturales próximos a la sierra que conviven con infraestructuras como autovías o la nueva red de Metro Ligero que comunican perfectamente al municipio con Madrid.

Alcobendas y San Sebastián de los Reyes.

Su cercanía a la capital ha convertido a estos dos municipios en motores económicos de la zona norte de Madrid. Su amplia oferta de ocio, de centros de educación y de zonas verdes se complementa con algunas de las urbanizaciones más exclusivas de España, como la Moraleja o Los Peñotes.

Mejores zonas para vivir en la sierra de Madrid

El auge del teletrabajo y el deseo de vivir en espacios más verdes han impulsado el crecimiento de muchos municipios de la Sierra de Madrid en los últimos años. Estas son algunas de las localidades más destacadas de la Sierra de Madrid:

Collado Villalba.

A pesar de estar a casi 40 kilómetros de Madrid, está bien comunicada con la capital a través de la A-6. Posee, además, una amplia oferta sanitaria y educativa. Para los amantes de la naturaleza o de la práctica de deportes, especialmente de invierno, este municipio ofrece un extenso abanico de opciones para todos los gustos.

Cercedilla.

Para algunos, es una de las localidades más bellas de la Comunidad de Madrid, enclavada en el corazón de la Sierra de Guadarrama. Destacan los parajes naturales para realizar deporte al aire libre, en tanto que su conectividad con la capital permite a muchos residir en Cercedilla a pesar de trabajar en Madrid.

Navacerrada.

Cuenta con algunos de los espacios naturales más impresionantes de la región. Navacerrada es una de las capitales españolas del esquí, y goza de una oferta gastronómica muy destacable y reconocida por sus visitantes.

Guadarrama.

Es uno de los municipios más elevados de la región a casi 1.000 metros sobre el nivel del mar. Es la puerta de entrada al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, lo que ha servido para potenciar en los últimos años su oferta de ocio para atender las necesidades de los turistas. Barrios como Los Molinos o La Ponderosa de la Sierra han experimentado importantes crecimientos en su número de habitantes gracias al desarrollo de centros sanitarios y educativos de primer nivel.

Moralzarzal.

Es un municipio en pleno crecimiento en que todavía es posible disfrutar de un ambiente rural tanto en su centro urbano como en las urbanizaciones aledañas. Ofrece una amplia variedad de rutas por la Sierra de Guadarrama y, entre otras cosas, es conocido por organizar cada año la Fiesta de las Luminarias, que recibe visitantes de todos los puntos de España.

Consejos para elegir la mejor zona para vivir en Madrid

Dada la amplia variedad de localidades y ambientes que ofrece la Comunidad de Madrid, antes de decantarse por elegir un lugar para vivir es importante analizar diversos factores, entre ellos:

  • Precio de la vivienda. Tanto en la capital como en el resto de municipios existen zonas en las que el precio del metro cuadrado (m2) es elevado y otras que son más económicas. Es fundamental tener en cuenta el precio de compraventa ya que, junto a otra serie de gastos asociados, incluidos los de la hipoteca, conforman el coste final de adquisición de una vivienda para el propietario.
  • Infraestructuras. La conectividad por carretera o por ferrocarril es clave si, por ejemplo, se decide vivir en alguno de los municipios más alejados de Madrid. En la capital, la proximidad al Metro o a Cercanías también es un factor a tener en cuenta.
  • Servicios. La proximidad a hospitales, colegios o centros comerciales es importante, sobre todo si se tienen hijos o se convive con personas en edad avanzada.
  • Zonas verdes. La Comunidad de Madrid ofrece una importante oferta de espacios verdes que hay que valorar si se quiere desconectar mejor del bullicio de la gran ciudad o del estrés del trabajo diario.
Antes de decidir comprar una casa, puede ser una buena idea concertar una cita con el gestor del banco, que puede ayudar a solventar cualquier duda que se pueda tener para intentar tomar la mejor decisión posible. Además, es posible utilizar el comparador de hipotecas de Banco Sabadell para analizar el coste de suscribir un préstamo hipotecario.

Fotografía de Alex Azabache en Pexels

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