En lugar de realizar manualmente cada pago, el cliente autoriza a una empresa o proveedor de servicios a cargar los importes directamente de su cuenta en las fechas de vencimiento acordadas. Este método de pago ofrece comodidad, seguridad y predictibilidad en la gestión de las finanzas personales.
Tipos de domiciliación bancaria:
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Domiciliación de recibos o facturas: este tipo de domiciliación se utiliza para pagar facturas recurrentes, como servicios públicos (agua, electricidad, gas), seguros, cuotas de préstamos, suscripciones, entre otros. El cliente autoriza a las empresas a cargar los importes directamente de su cuenta bancaria en las fechas de vencimiento acordadas. Además, existen cuentas en las que al domiciliar tus recibos del hogar obtienes la devolución de un determinado porcentaje de la factura. Además, existen cuentas, como la cuenta online sin comisiones y sin nómina, en las que al domiciliar tus recibos del hogar obtienes la devolución de un determinado porcentaje de la factura.
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Domiciliación de nómina o salario: en este caso, el cliente autoriza a su empleador o entidad pagadora a depositar su salario directamente en su cuenta bancaria en lugar de recibir un cheque físico o realizar una transferencia. Esto garantiza una recepción puntual y automática de los ingresos, sin la necesidad de visitar el banco físicamente ni realizar cualquier otro tipo de gestión. Si te preguntas cómo domiciliar la nómina en tu cuenta, basta con rellenar una solicitud y presentarla a tu empresa o contactar con la entidad bancaria para facilitar el proceso. Es recomendable contratar una cuenta online para domiciliar la nómina y tener un mejor control de tus finanzas.
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Domiciliación de impuestos y tributos: algunas entidades gubernamentales permiten este tipo de acuerdo para el pago automático de impuestos. Un ejemplo muy frecuente de ello es la domiciliación del impuesto de circulación, el impuesto sobre la renta o el impuesto sobre la propiedad, entre otros. Esto facilita el cumplimiento de las obligaciones fiscales de manera oportuna y sin el riesgo de incurrir en penalizaciones por pagos atrasados.
Beneficios de la domiciliación bancaria:
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Comodidad y ahorro de tiempo: al automatizar los pagos recurrentes, la domiciliación bancaria elimina la necesidad de recordar fechas de vencimiento y realizar pagos manualmente. Por ejemplo, al domiciliar el IBI u otros impuestos ahorras tiempo y, además, de esta forma te aseguras cumplir los plazos de pago de cada uno.
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Evita olvidos y retrasos: al domiciliar los pagos para que se realicen automáticamente en las fechas de vencimiento, se reduce el riesgo de olvidar pagar una factura o de incurrir en retrasos que puedan resultar en cargos por pagos tardíos.
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Control y gestión de finanzas: la domiciliación bancaria facilita la planificación financiera al proporcionar una visión clara de los gastos recurrentes y sus fechas de vencimiento. Esto te permite gestionar mejor tu presupuesto y evitar sorpresas y gastos inesperados en tu respectiva cuenta.
¿Cómo domiciliar un recibo?
Domiciliar los recibos o cambiar tus domiciliaciones a tu cuenta bancaria para particulares es un proceso sencillo que puede realizarse con facilidad a través de tu entidad bancaria. Los pasos a seguir en Banco Sabadell son:
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Selecciona los recibos a domiciliar: identifica los pagos recurrentes que deseas domiciliar: facturas del hogar, seguros, impuestos…
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Obtén la información necesaria: reúne la información relevante de los pagos que deseas domiciliar, como el nombre del beneficiario, su número de cuenta bancaria, el importe del pago y la frecuencia de facturación.
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Completa el formulario de domiciliación: en Banco Sabadell podrás realizar la domiciliación de forma totalmente online o, si lo prefieres, también puedes acudir a tu oficina más cercana.
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Firma la autorización: una vez completado el formulario, firma la autorización que permitirá a tu banco cargar los pagos automáticamente desde tu cuenta en las fechas de vencimiento acordadas.
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Entrega el formulario a tu banco: presenta el formulario de domiciliación debidamente cumplimentado y firmado en la sucursal bancaria o a través de la página web.
¿Cómo domiciliar mi nómina o pensión?
Normalmente, al empezar en un trabajo te pedirán una cuenta bancaria para poder domiciliar tu nómina. En el caso de que quieras cambiar la domiciliación a otra cuenta, puedes rellenar y presentar firmada una solicitud a tu empresa.
Por otro lado, para domiciliar tu pensión, deberás contactar con la Seguridad Social para que te abone la prestación en la cuenta correspondiente.
Antes de tramitar la domiciliación de tus facturas o de tu nómina, te aconsejamos explorar las distintas cuentas existentes para encontrar la que más se adapte a tu situación.
En nuestra página web puedes consultar todas las cuentas bancarias que ofrecemos para elegir cuál se ajusta mejor a tus necesidades y empezar a disfrutar de las ventajas de domiciliar tus recibos y tu nómina o pensión.